dissabte, 14 de març del 2020

DESDE LA REPÚBLICA DE MORDOR

Buenos días vecinos de la Tierra Media. Cómo andamos? Nosotros los Orgullosos Republicanos y Ciudadanos Originarios(O.R.C.O.S.) de Mordor nos hemos reunido en asamblea general y hemos votado la constitución de una república, para vivir nosotros. Una vez derrocado el antiguo régimen del Ojo y el Barbablanca, llega hasta nuestra árida tierra la democracia. Nos hemos enterado a través de la prensa online, somos orcos pero ya no vivimos en la edad de piedra, que el mundo está muy malamente. Hemos sabido de lo del virus ese de los chinos que se cargará a media humanidad, el problema migratorio de las fronteras grecoturcas, nos han contado lo de las autoproclamadas "feministas" y su idiotología de género y las leyes que en pro de una LTGBIHdPXfilia niegan la realidad y se pasan los datos empíricos y siglos de ciencia por allí donde no se ve nunca el sol. En fin, la última que una asociación de feministas, el feminismo, según defienden algunas que es el que persigue la igualdad,  monta en una ciudad del sur de España un curso de autocoñocimiento restringido a personas con vulva, o sea: no-hombres (los orcos somos gente racional y sensata, no nos atrevemos a calificar a ese especímen feminista como "mujer"). En fin, un infierno mucho peor que el Mordor en tiempos del peor Sauron y ríete tú del desierto intelecual que no hace autocrítica, como buen régimen autoritario. Por eso es tan necesaria nuestra democracia de orcos. Todos los orcos somos iguales ante la Ley y no cabe discriminación entre trasgos, uruk-hai, goblins u orcos, machos o hembras, ni cualquier otra raza de la Tierra Media. Nuestro estado es una república de orcos trabajadores. Pagamos nuestros impuestos, no nos complicamos la vida en hacer el mínimo caso a las que hablan de heteropatriarcado. La historia ha sido siempre injusta con nosotros, siempre se ha dicho que la escriben los vencedores, en nuestro caso los gondorianos y rohanenses, pero solo somos una víctimas más de un poder despótico que nos atenazaba. Una vez liberado nuestro yugo opresor, nuestra libertad adquirida nos da alas para poder respirar al fin en paz y armonía, después de muchos siglos de servidumbre. En nuestra sociedad, el que trabaja duro tiene la recompensa de los frutos de su prosperidad. Las entidades bancarias no existen dentro de nuestra república. La justicia nos la tomamos muy en serio aquí, si robas algo, lo devuelves, si violas, no sales de la mazmorra el resto de tu vida y si matas,... pues eso. Podemos dejar la puerta de casa abierta porque somos criaturas civilizadas, responsables, cívicas y educadas. Ya estamos cansados que a cualquiera que denote comportamientos poco inteligentes y civilizados lo tilden de "orco". Los orcos tenemos un honor y respetable fama que no nos hace justicia, un nombre que salvaguardar.


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